domingo, 28 de agosto de 2011

todo va bien




Una falsa sonrisa, y un “todo va bien” es suficiente para aparentar, nadie pregunta, porque realmente creen que las cosas van bien.

“Es sorprendente lo rápido que lo has superado”, comenta alguno, y ella sonríe, no contesta, pero sonríe ante tal afirmación.

Casi dos meses en los que solo sonríe y asiente cuando se toca el tema, pero por dentro, está su pequeño y caótico mundo.

Su mundo se desmorona, pero ella sonríe y asiente

“todo va bien”

lunes, 8 de agosto de 2011

¿porque no quieres ver más allá?




¿porque no quieres ver más allá?

No soy solo un vegetal sentado en una silla, soy una persona
No soy soy sordo, no hables de mi en tercera persona teniéndome al lado, puedo oírte, y me duele.
No soy ciego, veo como me miras, tus ojos están llenos de lastimas, no me gusta.

Mira más allá de mi silla, de mi aspecto, de mi enfermedad.

No soy tonto, noto las muecas de asco que pones al ver que no puedo retener la saliva en mi boca.
No soy un armario, puedo moverme aunque me cueste más que a ti, tardaré, pero puedo hacerlo.

Mira más allá de mi silla, de mi aspecto, de mi enfermedad.

Soy una persona, soy como tu y como él, tengo sentimientos, tengo familia, tengo amigos, tengo personas especiales en mi vida.

Puedo pensar, puedo reír, puedo llorar... puedo sentir, soy como tú y como él.

Si miras más allá... ¿no ves lo parecidos que somos tu y yo?

Abre los ojos, mirame al corazón, y ahora dime ¿no somos iguales?

miércoles, 13 de julio de 2011

Soy



Soy el final alternativo de todos los cuentos.
Soy la sombra oscura que se cierne sobre ti cuando te vas a dormir.
Soy los ojos que se clavan en tu nuca, a los que no te atreves a mirar
Soy la siniestra risa diabólica que oyes en tu mente cuando planeas algo malo.
Soy el eco de los pasos imaginarios que resuenan en el pasillo vacío.
Soy lo que agita tu respiración cuando sientes una presencia.
Soy los columpios vacíos en el parque
Soy la puerta que se abre sola y chirriá.
Soy el susurro que escuchas a través del viento en una noche de tormenta.

Soy todo lo más terrible que yace en tu mente

Soy tu peor cara

Soy aquello a lo que temes...

¿quieres conocerme?

viernes, 8 de abril de 2011

Silencio

    
    Silencio. Como el silencio de alguien que acaba de recibir una terrible noticia, como el silencio en el instante del primer beso de un adolescente, como el silencio tan solitario y profundo que solo puede experimentar una persona que ha sido enterrada viva, solamente, silencio.

   Quizás es la mejor opción, callar antes de hablar, solo pronunciar palabra cuando se puede decir algo más inteligente que el propio silencio.

   Silencio. Callar las cosas, una cremallera invisible en los labios que se averió al pasar los años, ya no dice nada, habla, pero no dice nada, perdió esa facultad desde el momento en el que callo en cuenta de que realmente a sus palabras, a sus quejas, a sus suplicas... nadie las escuchaba. Una niña con la capacidad de hablar, pero que prefiere callar. Calla y escucha...

   Nunca habla

   Nunca dice nada.

jueves, 7 de abril de 2011

La música



   Empieza el juego de la imaginación y comienzan a asomarse las primeras imágenes trazadas. El roce de una vieja púa en el vinilo destila tiempos y la música invade esa pequeñísima porción de mundo que la rodea. Es una voz fuerte, deliciosamente melancólica, que la atrae hacia su propia caja de Pandora.

   Los riff de la guitarra, el rudo bajo, la potente batería... y su voz...

martes, 5 de abril de 2011

Cinco minutos

   Cinco minutos

   Está nerviosa, mira el reloj una y otra vez... cinco minutos... dejando caer despues las manos a ambos lados de su cuerpo, abatida, tiene miedo... no, no es miedo, es expectación, nerviosismo, tal vez inseguridad.

   “cinco minutos...” susurra para si misma, después de todo, nadie más la oye... está sola... sola en esos cinco minutos interminables mientras su mirada busca una y otra vez aquel reloj, que avanza con tortuosa lentitud ¿de verdad avanza?

   Tic...tac...tic....tac...

   El tiempo se acaba, pero siempre quedarán esos cinco minutos de eterna espera... siempre

   cinco minutos.

lunes, 4 de abril de 2011

Ya no habrá más gritos

   
     El hombre avanzó por el encharcado terreno a grandes zancadas. Por la expresión de su cara se podía percibir fácilmente el nerviosismo que lo asolaba, pero ni la mitad de la tortura mental que sufría interiormente.
Hacía frío y la fina chaqueta de punto que vestía no lo protegía en absoluto de las bajas temperaturas. 

   Ascendió por una colina, aumentando el ritmo de sus pulsaciones coordinadamente respecto a la subida de la velocidad de sus pasos. Cuando por fin divisó la pequeña casa, respiró tranquilo... había llegado... 

   Abrió la puerta, oyendo ese lento crujir, molesto, irritante, chirriante... malditas bisagras... maldita madera vieja... maldita puerta...maldita casa... Entró en en el pequeño salón, lo observo, lleno de telarañas y polvo, arrastró los pies por el suelo de madera, crujía también, los ruidos le molestaban, frunció el ceño.

    Bajo la única ventana de la estancia, la luz atravesaba el sucio cristal, la tenue luz de la luna, dejando entrever un amasijo de luces y sombras bajo esta, era ella, después de tanto tiempo, volvía a verla.

    - Hola -Susurró el arrodillándose a su lado, acariciando su rostro, pálido, frió-Ya no habrá más gritos. Los he hecho callar... pero volverán... 

     -Siempre vuelven -La voz de ella, un suave susurro, casi inaudible

     -Muy bien, mi niña. Hemos hecho lo que desviamos. Ahora duérmete